Hernán Dobry

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30 agosto, 2019

“Compongo como en un estado de trance, ya que es el inconsciente el que crea”

“Era muy triste de niña, muy introvertida y tímida. Sigo siendo una persona solitaria, lo que pasa es que ya soy adulta y he tenido que aprender de alguna manera a construir algunas herramientas para poder trabajar y vivir”, afirma la cantante Silvina Garré en el programa “Voces y memorias”, por Eco Medios AM 1220.
Fue en esos años, cuando era tan sólo una adolescente, que encontró refugio en la escritura, especialmente en la poesía, muchas de las cuales nunca verían la luz y que conserva en viejos cuadernos que prefiere guardar como recuerdo.
“La infancia me resultaba dura porque no tenía amigos. Los primeros los tuve a los 13 años a fines de la primaria, comienzos de la secundaria, pero antes de eso estaba mucho con mis abuelos o jugaba sola – recuerda -. A esa edad, comencé a escribir sobre la vida. Tengo cosas guardadas, me he mudado muchísimas veces, dentro y fuera del país y lo único que conservé son mis cuadernos donde escribía poesía. Me encanta leerlos porque tiene que ver con la creatividad, con que podía plasmar las cosas que me preocupaban, gustaban o sentía y las ponía en el papel”.
Si bien han pasado varias décadas desde esos primeros escritos, cuando los lee se reconoce en los textos, aunque sostiene que les faltan un poco de elaboración musical y poética para convertirse en canciones, algo que aprendió a lo largo de los años, especialmente desde que lanzó su carrera solista y empezó a componer su propio material.
“El componer tiene que ver con un estado bastante especial, que lo vivo como una suerte de iluminación, porque cuando escribo una canción, la hago muy rápido, como si ya estuviese compuesta, como si alguien me la dictase, no por una cosa religiosa de que Dios la escribió por mí, sino con algo que tiene que ver más con el inconsciente. Hay algo que se vino trabajando”, destaca.
Su proceso creativo es bastante anárquico al punto de que reconoce de que carece de una metodología de trabajo. Sin embargo, en todas las canciones se da una constante: primero surge la música y, luego, va enhebrando el texto.
“Siempre comienzo con la melodía y la letra es algo que se va acoplando, se va construyendo cuando ya casi está construida la canción. He intentado musicalizar una letra o un poema, pero no con mucho éxito – resalta -. No soy metódica para trabajar. Cuando era muy joven, como estaba casi todo el día tocando el piano y la guitarra y el piano, surgían canciones todo el tiempo. Ahora, aparecen cuando estoy con el instrumento jugando y probando cosas. No digo que me voy a sentar y hacer un tema, sino que viene cuando estoy en pleno quehacer o un momento lúdico, porque la paso bien tocando”.
Una vez que ya tiene la idea en la cabeza, graba la melodía en una tablet o en su teléfono con frases que muchas veces se transforman en la letra y, luego, trabaja sobre ellas, aunque algunas, quedan guardadas en sus archivos y nunca las ha incluido en sus discos.
“Las canciones las hago para mí, después lo comparto, pero no compongo para nadie, sino por por una cuestión de placer, como una cosa inevitable – concluye -. Compongo como en un estado de trance, ya que es el inconsciente el que crea. Muchas canciones las voy relacionando con tiempos de mi vida, pero después, algunas han surgido casi como si estuviese soñándolas, como en un estado intermedio, de duermevela, que no es completamente hiperactivo o consciente, donde no está la conciencia tan activa para saber el porqué. No interviene mucho la razón, casi nada, el raciocinio entra a posteriori”.
Silvina Garré cursó estudios de armonía, piano, flauta traversa, guitarra e historia de la música. Con apenas 11 años, se destacó como solista en el coro Pablo Casals, en su Rosario natal.
En 1981 comenzó a cantar profesionalmente junto a Juan Carlos Baglietto y, al año siguiente, fue convocada por Eduardo Mignona para interpretar los temas del film Evita “Quien quiera oír que oiga”, en donde también le puso la voz a la protagonista.
Dos años más tarde, representó a la Argentina en el Festival de la OIT, en Washington, y, luego, en el Primer Festival de la Canción en El Cairo, Egipto. Tras abandonar la Trova Rosarina, lanzó su carrera solista, grabó discos junto a Lito Nebbia y realizó varias giras con Nito Mestre.
Entre sus álbumes se destacan “La mañana siguiente”, “Creerás en milagros”, “Reinas de pueblo grande”, “Otro cuerpo más”, “Baglietto-Garré” en vivo en el teatro Opera, “Silvina Garré, Coliseo 91’ en vivo”, “Evita quien quiera oír que oiga”, “Nuestro lenguaje sagrado”, “El deseo”, “Canciones sin tiempo”, “Más que locas”, “Trovas rosarinas”, “Baglietto -Garré juntos en el Teatro Ópera”, Archivo Jobim” y “Carrusel”.
Durante su carrera, recibió numerosas distinciones y varios discos de oro. En 1995, ganó el premio Konex, Diploma al Mérito en la disciplina Cantante Femenina de Pop y Balada.
Para revivir la entrevista que le realizó el periodista Hernán Dobry a la cantante Silvina Garré en su programa “Voces y memorias”, que se emite por Eco Medios AM 1220 los martes a las 20, hacer clic en los banners.

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