PERFIL revela por primera vez los detalles de la reunión secreta, en junio de 1981, en la que el general Ramón Camps intentó convencer a la DAIA de que Jacobo Timerman no había sido víctima del antisemitismo.
Preocupado por el impacto en Estados Unidos del libro donde el ex director de “La Opinión” divulgaba las torturas que había sufrido, Camps pidió a los dirigentes que abogaran ante la colectividad judía norteamericana para mejorar la imagen de la dictadura.
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