Hernán Dobry

Historias y noticias

Radio

20 marzo, 2020

“Uno no puede describir aquello que no haya sentido, vivido, leído”

“Escribo porque me gusta y porque es una forma de ser querida. Necesito ser querida”, afirma la periodista Canela en el programa “Voces y memorias” en Eco Medios AM 1220.
Y lo ha logrado con creces. La ex conductora de Colectivo Imaginario, que se emitió durante 18 años por TN, es reconocida tanto por su labor en los medios de comunicación como por su trabajo como autora de libros para niños y su obra como poeta.
“Durante mucho tiempo pensé que lo que hacía en televisión se lo llevaba el viento. Recién ahora cuando me cruzo con el público, se acuerdan de lo que hice. El libro me dio el respeto sagrado de que es algo que permanece”, resalta.
No es para menos. A lo largo de su carrera literaria ha escrito más de cuarenta libros para chicos y puso en marcha y dirigió el Departamento de Literatura Infantil y Juvenil de Editorial Sudamericana, donde creó colecciones como Pan Flauta, La Pluma del Gato, Los Caminadores y Cuentamérica Naturaleza, entre otras.
“No hay cosa más linda que te digan que vas a editar un libro, es una sensación de plenitud, de tarea cumplida, de algo que por fin sembraste – explica -. En mi obra, se refleja el conocimiento de la precariedad, la capacidad de recrearte de la nada y el gozo de hacer lo que te gusta. Uno no puede describir aquello que no haya sentido, vivido, leído”.
Esas experiencias tienen que ver con su propia historia, que estuvo cargada de carencias y sufrimientos en su infancia, cuando llegó desde Italia luego de haber vivido la Segunda Guerra Mundial y los primeros años de la reconstrucción de su país. Gracias a su esfuerzo y capacidad pudo convertir su pasado en una carrera exitosa.
“Lo más importante de la vida no se transmite con palabras. Tiene que ver con actitudes, formas de reaccionar ante las circunstancias adversas y buenas que te tocan. Uno circula por el mundo con una máscara, para que no te hieran”, destaca.
Si bien ha dedicado prácticamente toda su carrera literaria a los más chicos y a la poesía. Su último libro ha sido una novela para adultos, “En brazos del enemigo” y ahora trabaja en una para adolescentes, un terreno que le es prácticamente desconocido.
“Cuando empecé a escribir la historia de Lucía creía que iba a ser para adolescentes y en la página cuatro vi que era imposible no hacerla para adultos – explica -. Ahora, estoy abocada a una novela para adolescentes que se llama Ensamblados, que es la historia de dos familias que se ensamblan y los hijos no quieren”.
El haber dejado su programa de televisión le permitió tener más tiempo libre para dedicárselo a su familia y a escribir muchas de las ideas que venían rondándole por la cabeza y que no encontraba momento para poder desarrollar.
“Mi próximo libro de poemas se va a llamar Caja Dolora, porque le quise poner el femenino al dolor, porque somos nosotras las que parimos con dolor, se lo lleva el masculino”, resalta.
Su carrera literaria no sólo estuvo ligada a la escritura, sino que, además, la dedicó a la edición de libros para chicos, en los años que se desempeñó al frente del Departamento de Literatura Infantil y Juvenil de Sudamericana, adonde llegó luego de haber publicado “Marisa que borra”. Sin embargo, se escandaliza cuando ve los cambios que ha sufrido el género al que ama y le dedicó tantos años.
“Me divertía mucho editando. Ahora no podría hacerlo porque hay mucho de marketing metido en el medio y está lo políticamente correcto para niños que es otra historia – concluye -. Estoy impresionada por esta cuestión de lo políticamente correcto que hay que poner en los textos para chicos. Es un empobrecimiento total e implica borrar todos los cuentos de hadas”.
Gigliola Zecchin, tal es su verdadero nombre, nació en Vicenza, Italia, y llegó a la Argentina a los nueve años. Estudió el secundario en la Escuela Superior de Lenguas y Letras Modernas en la Universidad Nacional de Córdoba, carrera que no pudo concluir.
Se formó como locutora en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) y trabajó en los canales 10 y 12 de Córdoba. Cuando se instaló en Buenos Aires, condujo programas en Canal 13 y Radio Municipal.
A lo largo de su carrera participó de numerosos ciclos radiales, de televisión abierta y por cable como “Buenas tardes, mucho gusto”, “Para crecer”, “La luna de Canela”, “En casa de Canela”, “Con Canela”, “La gallina verde”, “Generaciones”, “El periodismo que viene”, “En casa de Canela” y “Colectivo Imaginario”.
Entre sus libros infantiles se destacan “La Silla de imaginar”, “Barco pirata”, “Marisa que borra” Nariz roja, nariz verde”, la serie de Lola y la de Mona Lisa. Para adultos, escribió “Paese”, “Arte Povera”, “In Movimiento” y “En brazos del enemigo”.
Durante su carrera recibió numerosos premios como el Konex, el Martín Fierro, el ATVC, el Fund TV, el Santa Clara de Asís, la Cruz de Plata Esquiú, el Pregonero de Honor, el White Ravens y la Medalla del Bicentenario por su trayectoria dedicada a la promoción y difusión de la cultura.
A su vez fue galardonada con la Orden de Caballero y la Medalla de Oro al esfuerzo y al trabajo del Estado italiano. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la declaró Personalidad Destacada de la Cultura.
Para revivir la entrevista que le realizó Hernán Dobry la periodista y escritora Canela en su programa “Voces y memorias”, que se emite por Eco Medios AM 1220 los martes a las 20, hacer clic en los banners.

2 respuestas a ““Uno no puede describir aquello que no haya sentido, vivido, leído””

  1. Susana dice:

    BRILLANTE COMO.SIEMPRE.TU TRABAJO Y A LOS ENTRVISTADOZ QUE TENEMOS EL HONOR DE ESCUCHAR.GRACIAD

  2. Juan José de Guzmán dice:

    Me encantó reencontrarme con la imagen de Canela a quien extrañaba por su Colectivo imaginario. Ella es la mamá de Oliverio, un compañerito de mi hijo Gonzalo, en el Numen de Flores, en los 80.
    Al igual que ella, pero desde que dejé mi vida activa, se despertó en mi el deseo de escribir (hice un par de talleres con Marcelo Birmajer) y participo con mis opiniones activamente en el universo de Cartas de lectores. A diferencia de ella, sigo viviendo en la misma casa de Flores.

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