Teresa Parodi es sinónimo de Chamamé y de Corrientes. Su música transmite y rescata el sonido de los montes y las selvas, las imágenes de su tierra natal, el calor del sol sobre sus esteros y el brillo verde de las lagunas.
Todo esto ha quedado plasmado en su último álbum “Después de todo”, donde se dio el lujo de compartir el tema “Botella del Mar” con sus nietos Emilia y Ezequiel, además de contar con el acompañamiento de su hijo Camilo en el bajo.
Hernán Dobry (HD): Desde 1979 que vive en Buenos Aires, ¿cómo hace para refrescar ese Corrientes actual en las canciones y no que sea una mera recreación de una vida que vivió en el pasado?
Teresa Parodi (TP): En la música, se guarda todo ese paisaje. La música es mi paisaje, y yo cada vez que compongo y voy a la guitarra aparece el chamamé en la forma rítmica de mi región cultural sonora, y naturalmente en guitarra, es como que vive ahí. Cuando más nostalgia tengo de ese paisaje, de ese estallido de sonidos diferentes, de aguas, de pájaros, de selva que tiene mi lugar, cuando extraño mucho, voy a la guitarra porque ahí está siempre. Inmediatamente, aparece una línea melódica. He compuesto muchísimo así, impulsada por esa nostalgia, pero, al mismo tiempo, por esa permanente presencia en mí de ese paisaje, hasta inclusive en mi manera de hablar. Pasa el tiempo y me parece que soy más correntina cada vez, tal vez porque los seres humanos nos aferramos mucho, en determinados momentos de la vida, quizás en este en el que estoy, ya de una madurez, unos cuantos años, y es cuando más uno se reafirma en su propia identidad y necesita recuperar eso muy prontamente. Por lo pronto, me hace mucho bien sentirme parte de un todo, nunca un ser humano puede ser un hecho aislado y qué hermoso es sentirse así. Me reafirmo justamente en eso, en la forma musical, en el uso del lenguaje, en la memoria colectiva de nuestro país, de América Latina. Sentirme parte de todo eso me hace mucho bien, así que es un refugio, al mismo tiempo sigue siendo una imperiosa necesidad expresiva.
HD: Pero ¿cómo hacé para que no cantarle a una Corrientes que existe solamente en sus recuerdos, que poco tiene que ver con la actual?
TP: Me hacés pensar en un modo que no lo había hecho. Lo que siento es que Corrientes nunca va a ser más Corrientes que adentro mío. Escribí eso en un pequeño poema que nunca publiqué: nunca es más Corrientes y su paisaje, su cultura y lo que es, que adentro mío, ni ahí mismo. Ni Corrientes misma es más Corrientes que yo. Es algo muy extraño que me pasa siempre. Voy mucho, tengo el vínculo permanente con mis hermanas, con amigos allá. Estuve cantando con la que vive en Corrientes y nos encontramos para compartir y vuelvo más correntina que nunca a mi casa, retomo esa conversación, esa memoria y demás. Estuve cantando en la Fiesta Nacional del Chamamé con mis nietos, hecho que fue muy importante para mí, porque fue como poner otra parte de mí en ese escenario tan importante para nuestra música y nuestra cultura, y esa vibración me quedó muy fuerte. Recorrí mucho en ese viaje, mi ciudad natal y aunque sí ha cambiado, los lugares, los barrios, los edificios emblemáticos que fueron muy centrales de mi memoria, están ahí. Entonces, lo recupero cuando voy, lo que no recupero es la edad. Está intacto, esa particularidad que tienen sobre todo los pueblos, un casco viejo no se modifica, queda igual, se extiende la ciudad, entonces, de algún modo, podés recrear esos recuerdos.
HD: ¿Qué siente al tener en su banda a su propia familia?
TP: Qué lindo es compartir lo que más amo que es la música con ellos. Soy de una familia donde la música reinaba, pero no había ningún músico en mi casa. Mi padre amaba la música y nos inculcó ese amor. Pasaban músicos populares que veía de niña en el campo, en reuniones familiares, que tocaban esta música entrañable para mi pueblo, pero nunca había uno cerca. En mi casa, eran todos profesores, abogados, médicos, pero ninguno músico. Eso cambió: mis hijos estuvieron condicionados por la guitarra de la madre y, después, mis nietos. Entonces, es como un vínculo natural para nosotros. Por ahí, mis nietos son de poco hablar y venían a visitarme, repartía guitarras e, inmediatamente, nos comunicamos de un modo único y maravilloso. Me da mucha emoción ver que han elegido muchos de ellos ese camino, a pesar de que sé que es difícil, pero sé que si se hace con convicción se hace. Emilia y Ezequiel son un ejemplo de eso. Él es mi primer nieto y ella la primera mujer y los dos eligieron esta profesión, estudiaron, se prepararon y lo siguen haciendo. Son profesores, pueden ejercer, enseñan, dan talleres, tienen cátedras, pero, además, son músicos, eligieron esta profesión para expresarse y me da mucho orgullo, me gusta que pase eso. A pesar de todo eso y estar preparada, ese día que grababa “Botella en el mar” levantaba la vista y tenía una emoción, era hermoso. Ellos tocaban melodías que compuse, podía cantar las palabras de esa melodía con tanta nostalgia de la tierra de la que soy. Ellos no son de ahí, pero siento que han heredado el amor a esa tierra a través de la música. Fue un momento único que atesoraré siempre en el corazón.
HD: ¿En qué va a consistir el proyecto que está preparando con todos sus nietos?
TP: Ahí, me tenté y dije: ¿por qué no armar un grupo donde sean todos ellos los músicos y compartir esto acá? Es como una especie de primera aproximación y generar todo un trabajo con ellos y empezar a generar esa idea. Hasta casi le puse el nombre y tengo canciones que estoy escribiendo para ese momento cuando haga eso con ellos. Va a tener mucho sentido para mí, cierra una cosa muy fuerte para mí hacer eso con ellos. Siempre con un sueño nuevo por suerte. El día que dejemos de soñar es cuando los seres humanos nos rendimos, mientras soñamos estamos vivos y estamos para todas las batallas. En eso estoy ahora, con la cabeza también puesta allí. Eso que me pasó con este disco también me colocó en un lugar muy lindo e intenso de la creación, más reflexivo, desde otras puertas que se abren. Quiero que ese disco sea de canciones libres, que no esté atado a nada, que aparezca el paisaje, también el urbano y otros, que aparezca yo, música, compositora, sin límites, tocando con esas nuevas generaciones que son mis nietos lo que siento.
Para revivir la entrevista que le realizó Hernán Dobry a la cantautora Teresa Parodi en su programa “Voces y memorias”, que se emite por Eco Medios AM 1220 los martes a las 20, haga clic en los banners.
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