Hernán Dobry

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9 mayo, 2022

“La guitarra es como la música: no tiene fin”

De los lenguajes humanos para expresar sus conocimientos y memoria, distinguimos los verbales y su correlato de la escritura y la literatura, el de la ciencia, o la matemática y la fisicoquímica, que dará paso al conocimiento de la materia y la reproducción de los fenómenos del universo y, por último, el de la música que, asociado a una serie de instrumentos determinados, dará cabida a las partituras, a la expresión artística de armonías, melodías y ritmos sonoros de los más variados tipos.
En la música, el conocimiento del instrumento, sus técnicas y la brillantez de ejecución es determinante, pero, también, lo es el arte de su escritura, que permitirá ampliar el campo de las posibilidades ejecutivas y desarrollo de los más variados conflictos musicales. Luis Salinas es un guitarrista excepcional que dará cuenta del arte de su instrumento y de la música en su conjunto.

Mario Dobry (MD): A lo largo de todo este camino, ¿qué has dejado aun en el tintero del conocimiento? ¿Qué te hubiera gustado agregar a tu música y a tu conocer, que aún no abordaste y te hace sentir en deuda con vos mismo?
Luis Salinas (LS):
Linda pregunta. Desde que soy chico, que estaba en Villa Diamante, tenía ocho años, desde ahí agarré la guitarra como si fuera un dedo más. Me acuerdo de que mi vieja me decía: “Pará de tocar tenés que comer, hacer otras cosas, te vas a arruinar la espalda”. Sabía que Dios te puede dar un don, pero después tenés que desarrollarlo. Era hermosa la sensación de ponerme a tocar y sentir que había sacado algo, que algo había cambiado. Siempre fue de la manera autodidacta, ver y aprender, por suerte eso ha seguido hasta hoy. Me acuerdo de que una vez toqué en el Teatro Coliseo y vino un pianista que tocaba conmigo cuando yo tenía doce años, y me dio un elogio hermoso: “Te felicito porque seguís teniendo el mismo entusiasmo”. Para mí, eso fue hermoso viniendo de quien venía. Si tengo una cita y agarro la viola, seguro llego tarde. Teniendo esa relación de ese tipo con el instrumento se genera algo hermoso, uno no para de aprender. En la música, como en tantas cosas de la vida, siempre tenés cosas para aprender. Una vez, a Paco de Lucia, le preguntaron por qué él estaba tocando una hora antes de salir a escena y le respondió: “La guitarra es como la mujer, uno se cree que la domina y de golpe pasan otras cosas”. La guitarra es como la música: no tiene fin. Es necesario para mí seguir aprendiendo y viendo cosas. Hay algunas que ya las sabía de antes, que las tenía que aprender, y otras las voy descubriendo. En estos tiempos, todavía más, tengo un hijo que toca la guitarra y mejor que yo. Es un regalo de Dios poder compartir la guitarra y la música con él y aprender juntos. Ya tengo 63 años y una de las cosas que te mantienen joven es aprender. Aprender tiene que ver con una forma de vida, tanto en la vida, como en lo que uno hace.

Hernán Dobry (HD): Esto tiene doble mérito, porque recién a los 27 años pudiste comprar tu primera guitarra. Todo este aprendizaje era pidiendo prestada la guitarra…
LS:
Es muy gracioso, con los años es hermoso el recuerdo. Pedía la guitarra prestada por una hora y se la devolvía al otro día, no podía largar la viola. Llegó un momento en el que nadie me la quería prestar. Ahora, me encuentro con algunos personajes que no me la querían prestar y me dicen: “Che, te la tendría que haber prestado un poco más”. Lo bueno de haber tocado con guitarras prestadas es que me hizo muy bueno técnicamente: aprendí a tocar con distintas violas y aprendí a que hay que sacarles sonidos. Hay una frase maravillosa de Atahualpa que decía: “Si la guitarra no suena bien no es culpa de la guitarra”. Uno tiene que buscarle la vuelta para que suene bien. Eso fue un gran aprendizaje para mí.

MD: Te vi tocando con una que, si bien tiene un sonido criollo, no era una guitarra criolla…
LS:
La Godin, es la que hace más años que tengo. Estoy un poco triste porque no se fabrican más. Hay otros tipos de modelos, pero ese que es el que me acompaña hace tantos años ya no hay más. A esa guitarra, le tengo mucho cariño.

MD: Pero has dejado de tocar con la típica guitarra criolla que la tenés ahí en mano…
LS:
Una vez, Tomatito, un gran guitarrista flamenco, no sabía si venir acá y le dije: “Te hago un resumen: en una época en la Argentina, casi todo el mundo tenía una viola en la casa, tocara o no”. Se me quedó mirando y me decía: “¿Es cierto eso?” Sí, claro, acá tenemos una cultura con la guitarra muy especial, a nivel mundial. La guitarra española es lo más noble. A Juan le explico: aunque te guste tocar la guitarra eléctrica, siempre tocá la criolla, es lo más noble, lo que va con nuestra cultura.

MD: Juan es un tipo como vos, un gran improvisador y la guitarra eléctrica le permite un juego mucho más rico que la criolla o la española…
LS:
A nivel tímbrico puede ser, pero son cosas muy distintas. La española te permite tocar unas cosas que la eléctrica no, dependiendo de cuál. La de caja te hace tocar unas cosas y una Pendel otras, o la Godin, que es una mezcla de las dos. Si uno sabe aprovechar se disfrutan las tres cosas, pero la española está al lado de uno, la eléctrica la tenés que enchufar. En una época agarraba la eléctrica y tenía que tocar parado. No me pasa con al española.

MD: Con la Godin, te parabas muchas veces y tenías al lado de tu pianista o percusionista para hacer discusiones musicales con cada uno. Eso te gusta.
LS:
Es hermosa la interacción, la charla. Hace poco estuve almorzando con Javier Lozano, un músico extraordinario. Él es mi compadre musicalmente hablando, él sabe cuándo me voy a equivocar, siempre hay una interacción, armónica, melódica, en los solos. Esto no pasa con tantos músicos. Ayer, fue el cumpleaños de mi padre, que se me fue el año pasado, y recordaba los cumpleaños, cuando se armaba la guitarreada. El verdadero Luis Salinas, como digo siempre, es mi viejo, que a los once años era una especie de niño orquesta. Siempre me decía: “Hay que frasear la melodía y de acuerdo al lenguaje que tengas improvisar”. Es apasionante no saber qué va a pasar. Uno arma un repertorio, pero después en el escenario y en el concierto pasan otras cosas. A mí me apasiona mucho.

Si querés ver o escuchar la entrevista completa que le realizaron Hernán y Mario Dobry al guitarrista Luis Salinas en su programa “Letras y corcheas”, que se emite por Eco Medios AM 1220 los jueves a las 22, hacé clic en los banners.

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