Hernán Dobry

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4 julio, 2022

“La música que escuchan en ‘Cambios’ es la que hoy me representa”

Hay tantos saxofones como saxofonistas hay. La versatilidad y calidad del instrumento, permite el lucimiento ejecutivo del artista músico que lo interpreta, que elabora en él el juego lúdico de su sentir sonoro.
No basta con desprender el aire de los pulmones o de accionar las llaves de manera particular para hacerse escuchar. O de pararse de manera adecuada ante la escena musical para imponer su técnica.
Lo importante será que el instrumento esté asociado a la médula intestinal del instrumentista. Como un órgano corporal y sensitivo, desde el cual el arte sonoro brote dinámico y expresivo, y se manifieste en una conjunción mística y sagrada.
En ese espacio del universo musical, hallaremos al que daremos a llamar ‘el saxofonista’. Juan Torres Fernández ha hecho de este instrumento su medio de comunicar la vitalidad de la música.

Mario Dobry (MD): ¿Qué diferencia armónica, melódica y de arreglo hay entre “Tráfico” y “Cambios”?
Juan Torres Fernández (JTF):
Sobre todo el segundo disco fue pensado de una manera integral como una obra completa. Eso ya es una diferencia con “Tráfico”, en el que me animé a liderar un grupo después de venir varios años tocando con distintos músicos y colegas de la escena de Buenos Aires. “Tráfico” fue eso, un primero paso, animarme, empezar a buscar esa música que tenemos para comunicar y fue apareciendo. Con ayuda de los amigos, la producción, los ensayos, se fue armando la música. En tanto, “Cambios”, fue pensado de una manera integral, cada tema lo pensé y lo terminé acá desde casa. Entonces, la diferencia fundamental está en el enfoque de la composición, de cómo pensé cada disco. Y sobre todo en este segundo, luego de un par de años de venir estudiando composición, siento que hay una gran diferencia en eso, en el armado estructural del disco. Las líneas, los ritmos, las armonías, todo muy pesado editado y elegido especialmente para cada tema.

Hernán Dobry (HD): También tiene que ver esta conformación, porque en este disco estamos hablando de un cuarteto y en el anterior, un quinteto.
JTF:
Eso es un detalle no menor. En mi primer disco, me imaginaba ese sonido que logramos con el grupo. Siempre escuché muchos grupos con saxo, tenor y guitarra. Entonces, mi primer grupo fue un quinteto con la guitarra funcionando más bien como un melódico más, no tanto como un armónico, porque teníamos piano también. Y en este segundo el encare principal está armado en cuarteto con piano.

MD: Aunque hay dos temas que son un sexteto…
JTF:
Sí, es que eso se fue dando a medida que escribía la música. Este disco tiene una cuestión emotiva muy grande para mí. La inspiración vino de la mano de la noticia de la llegada de mi segunda hija, de la pequeña Almendra. Primero, pensé un disco con todos los amigos entrañables del corazón. Mi primer disco son todos amigos, pero no puedo dejar de contar que cuando vino Sergio Verdinelli a tocar la batería fue un llamado telefónico, nos conocíamos, pero en ese momento no teníamos amistad. Para mí, fue un lujo y un sueño tenerlo en el disco. Fue maravilloso. En este segundo, que tiene encarado el cuarteto con estos amigos de la vida, no quise dejar de compartir con Cristian Cáceres y Emmanuel Famín, que son los músicos invitados en el disco, a quienes quiero mucho y llevamos ya unos cuantos años caminando juntos.

MD: En el primero, hay mucho espacio para la improvisación y en el segundo una línea melódica mayor, que lo convierte en un álbum más amigable. Hay una efervescencia mayor de la rítmica del jazz transponiendo a otros tipos. ¿Es así?
JTF:
Estoy de acuerdo principalmente con la idea general de lo que estás exponiendo. Las diferencias que marcás tiene que ver con esto que hablamos al principio. Las primeras músicas que escribí, que son las que forman parte de “Tráfico”, eran mis ideas melódicas con mis ideas armónicas y alguna guía rítmica e ir a armarlo con los muchachos y ellos son especialistas en eso. Sergio Verdinelli, Juan Bayón, son una sección rítmica especialista en ser creativos. Sergio es uno de los músicos más creativos que conozco, uno de mis músicos favoritos, lo mismo Juan Manuel. Tengo la fortuna de haber grabado con ellos y de admirarlos desde siempre. Tommy Farese, son un trío de sección rítmica muy creativo. Entonces, había mucho espacio para eso. Sentía que en ese primer disco cuando se empezó a dar, no me sentía con las ganas, ni que fuese necesario empezar a meter la mano en ese lugar, porque se estaba dando una manera muy orgánica. Mucho espacio para la creatividad dentro de la forma de la música. Sin embargo, en “Cambios”, han pasado ya seis años del lanzamiento de “Tráfico”. En este nuevo disco, afortunadamente siento que no soy la misma persona que hace seis años, tanto musicalmente, como con la estética que elijo buscar. La música que escuchan en “Cambios” es la que hoy me representa, en la que quiero tocar. No quiere decir que sea la música que para siempre quiera tocar, pero sí es la que hoy me está representando de manera más nítida. Esto tiene que ver también con un break que tuvimos todos de dos años en casa. Plantearnos a ver qué íbamos a hacer. Los artistas tenemos los ensayos, las giras, los conciertos, las juntadas con amigos, eso es moneda corriente. De repente se suspendieron las giras, shows que había, se suspendió todo. Y me dije: “Bueno, che, ¿qué quiero hacer yo con esta música?”. Por eso, también pasaron seis años de un disco al otro. En este break, tuve tiempo para pensar mucho, lo conversé con amigos vecinos del barrio: “Che ¿y ahora qué vamos a hacer? Está todo parado este”. Ese pensamiento desembocó en algo que tomo como estandarte, el jazz para mí es un sinónimo de evolución, de cambios, de avanzar, de revisar. Uno revisa lo que pasó, pero siento que siempre es para adelante. En este nuevo disco, decidí ahondar en la composición, por eso escuchás esas diferencias. Quizás estás escuchando mis líneas compositivas más que al principio, si bien mis líneas melódicas están expuestas los dos discos, en este soy responsable de todo lo demás que se está tocando. Entonces esas diferencias que marcás las acompaña y coincido.

HD: ¿Qué cambió en vos como músico en estos seis años?
JTF:
Han cambiado muchas cosas, pero siento que en realidad han evolucionado. Pusimos como una franja de tiempo entre “Tráfico” y “Cambios”. En el primero, ya sabía cómo quería tocar, que es una cosa bastante difícil cuando uno es joven. Ya no me considero joven, si bien hoy la juventud se ha alargado un poco. Tengo 36. A los 30 años sabía cómo quería tocar, por eso me animé a tener mi grupo y liderarlo teniendo músicos experimentados. En estos seis años que han pasado desde ahí esa línea se ha ido haciendo más fina y más precisa. Decidir que tocar, como, como quiero que suene con mi grupo es algo que ha cambiado. Esencialmente, sigo siendo el mismo tipo, que cuando empezó a ir al conservatorio estaba enamorado de hacerlo a los 12 años, me encantaba, esperaba la hora para ir. Hoy sigo esperando la hora para tocar, para encontrarme un rato con el piano, con el saxofón, con las líneas, con mis clases de composición. Sigo de la misma manera, pero afortunadamente se ha ido puesto más fino todo esto. Eso es lo que mayormente ha cambiado.

Si querés ver o escuchar la entrevista completa que le realizaron Hernán y Mario Dobry a la cantante Vivi Verri en su programa “Letras y corcheas”, que se emite por Eco Medios AM 1220 los jueves a las 22, hacé clic en los banners.

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