Hernán Dobry

Historias y noticias

Radio

5 noviembre, 2021

“Me meto en la piel de los personajes que estoy relatando”

El cantante Juan Carlos Baglietto está de vuelta. Tras la pandemia que lo mantuvo alejado de los escenarios durante casi un año (hizo tres shows vía streaming), volverá a tocar en vivo para el público porteño el 6 de noviembre en teatro Ópera en el marco de la gira nacional “Baglietto-Vitale 30 años”, con la que el dúo está festejando sus tres décadas con la música.

Hernán Dobry (HD): ¿cómo hacen para armar en un show todo lo que han hecho durante tantos años?
Juan Carlos Baglietto (JCB):
Echamos mano, picoteamos y extractamos algunas de las obras. Llegamos a armar un repertorio de 22 canciones, dejando otras afuera, pero creemos que son momentos significativos de distintas épocas en las que hemos grabado discos. Es una forma de representar este recorrido que hemos hecho. La gente espera encontrar los clásicos y no renegamos de eso. Nos gusta tocar algunas canciones que nos acompañan desde siempre. Seríamos muy desagradecidos si no lo hiciéramos. Es como si renegáramos de nuestra historia, y tenemos la suerte o desgracia de ser absolutamente responsables de nuestra historia. Las cosas que hacemos las hemos elegido, nadie nos obligó a juntarnos y a retornar al dúo de vez en cuando, a pesar de que tomemos alguna bifurcación y hagamos proyectos con otros artistas. Lo hacemos porque elegimos hacer cosas juntos y por lo que nos sucede al hacerlas. Podemos encontrar cosas maravillosas con otros artistas, pero lo que pasa en el dúo no sucede en ningún otro lugar más que allí.

HD: Durante estos treinta años, trabajaron muchas bandas diferentes: cuarteto, quinteto, de los que participaron sus diferentes hijos. ¿Cómo va a ser la que utilicen en esta presentación? y ¿por qué este cambio?
JCB:
Es el cuarteto Baglietto-Vitale, hay dos Vitales y dos Bagliettos: Jano, el hijo mayor de Lito y Julián, el mío que tiene 31 años. Es una felicidad absoluta. Seguramente algún otro hijo se va a sumar al show, pero, en general, estamos saliendo con esta formación que le da un sonido bien distinto al que le da cuando estamos solos. Pasamos por varias formaciones, en un momento éramos once, con violín, flauta, contrabajo, más parecido a una orquesta que a un grupo más eléctrico. Ahora somos cuatro y disfrutamos muchísimo poder tocar con dos de nuestros hijos.

HD: En una entrevista, decías que trabajar con ellos tiene es placer, pero, a la vez, te dicen cosas que otros no se atreverían…
JCB:
Somos familia, no tenemos que guardar ningún protocolo entre nosotros, “che pa, esto está como el culo”. Un músico cesionista no lo haría o te lo diría de una forma más ornamental. Ellos aportan una visión, su cuota musical y frescura. Tocamos con ellos no solo porque son nuestros hijos, sino porque son grandes músicos. No decimos: “Vamos a incluirlo al nene”, tocan como la san puta y tienen otros grupos. Tengo cuatro de los cuales tres son varones y una nena, Clara, que todavía no sabemos para qué lado se terminará inclinando. Fermín, de 16, Joaquín, de 25, y Julián, de 31, son músicos, con sus características, diferencias y similitudes y con un profundo respeto a lo que hacen los otros, incluso lo que hago yo, más allá de la absoluta sinceridad. Hay mucho respeto y compinchería, esto se traslada de la música a muchos otros aspectos de la vida.

HD: Con el dúo comenzaron trabajando el repertorio tanguero, después, incursionaron en obras inéditas de autores rosarinos y de otros lugares y, también, en la música latinoamericana ¿qué aspectos en lo conceptual les queda por abordar?
JCB:
Seguiremos grabando discos, haciendo cosas e interpretando obras de distintos autores y características rítmicas. Todo tiene un común denominador: tamizamos los temas con nuestras cabezas y eso le da un sentido de unidad, aunque tenga características distintas. No sé si nos plantemos qué nos falta hacer. Hemos hecho mucho y tenemos mucho por hacer, no lo pienso mucho. Nos quedan discos por hacer. Queremos hacer un disco de rock de la primera época, uno de autores rosarinos jóvenes y uno de boleros. En esto nunca estás completo y no lo vivimos como una asignatura pendiente, tenemos cosas en carpeta y proyectos, pero no me siento insatisfecho con lo hecho hasta acá.

HD: Sin embargo, su trabajo es, en cierta forma, exploratorio ya que van trabajando diferentes sonidos y ritmos…
JCB:
Nuestro trabajo de exploración tiene a través de ese tamiz una característica propia, eso es lo que nos identifica como grupo. Hemos aportado una visión un poco distinta de lo que son algunas obras de tango y eso nos ha permitido acceder a un público que, por ahí, no es el que habitualmente lo escucha. Algunas versiones no son familiares para los más jóvenes, ahí hemos encontrado cómo ponerle un clima sonoro, una arropada y escenografía que pensamos más adecuada para lo que se está diciendo. Eso nos permitió entrar en corazón de un montón de gente más joven.

HD: En el ‘99 cuando salió el segundo disco del dúo decías: “El tango es una forma musical que me acerco a los gustos de mi viejo, y que hoy me reconcilia con mi pasado y me produce una satisfacción especial”. ¿Qué te genera hoy cantar tango después de haberlo hecho durante 22 años?
JCB:
Es una cosa familiar. No veo como una rareza el cantar tango, lo tengo completamente incorporado. Cuando la gente va a un espectáculo nuestro, sabe que se va a encontrar con una sección en el medio donde cantamos algunos tangos. Supongo que me pasa algo similar a lo que le pasa a un actor ante un gran texto, interpreto esas canciones, me meto en la piel de los personajes que estoy relatando y me creo esa situación de agobio, la tristeza, alegría, melancolía. Eso es lo que me permite poder creérmelo con más profundidad.

Para revivir la entrevista que le realizó Hernán Dobry al cantante Juan Carlos Baglietto en su programa “Voces y memorias”, que se emite por Eco Medios AM 1220 los martes a las 20, haga clic en los banners.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *