Existen pocos eventos tan distintos a simple vista como una carrera de Fórmula 1 y un musical. Sin embargo, al ingresar en el mundo del Rey León, empiezan surgir numerosas similitudes en lo que respecta al trabajo que realizan ambos espectáculos detrás de escena.
La labor sincronizada que llevan adelante sus respectivos equipos antes, durante y después del evento son los grandes responsables de que los pilotos y los artistas puedan lucirse a la hora de la verdad.
En la Fórmula 1, esta labor suele verse cuando llega el momento de la parada técnica en boxes. Allí, un grupo de técnicos cambian los neumáticos a toda velocidad para que el auto retorne a la pista en el menor tiempo posible. Un pequeño retraso, podría hacerle perder la carrera.
Cada uno sabe perfectamente lo que tiene que hacer cuando llega el vehículo. Eso se entrena durante meses y se practica cada semana, tanto como lo hace el conductor con el circuito. Nadie puede ponerse a pensar cuál es su función en ese instante y, menos aún, adónde dejó la herramienta que tiene que utilizar.
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