Hernán Dobry

Historias y noticias

Radio

28 agosto, 2020

“Uno es lo más subjetivamente objetivo que puede”

“Cuando encuentro la fecha de nacimiento de un jugador que jugó en 1927, siento lo mismo que los paleontólogos o los del Conicet cuando se abrazan porque hallan un diente de un Plesiosaurio o un Tyrannosaurus Rex en Neuquén o en Río Negro”, afirma el periodista Alejandro Fabbri en el programa “Voces y memorias” por Eco Medios AM 1220.
Esa pasión se nota en cada uno de sus libros y, en especial, en el último: “Clásicos: Pasado y presente de las grandes rivalidades del fútbol argentino. Un historia de colección”, en el que detalla con precisión cada uno de estos enfrentamientos en todas las regiones del país.
“Este trabajo fue un lindo ejercicio, justamente por mí pelea perdida, que sigo adelante, contra la máquina periodística que te quiere hacer creer que todos somos de River y de Boca. Y eso no es así. La mitad del país no es de ninguno de los dos. Esto no es el Uruguay”, destaca.
La investigación y la redacción de “Clásicos”, como de los otros siete que ha publicado, también le han servido para volver a su primer amor: los medios gráficos, en los que le tocó participar en sus inicios, como la revista Goles o el diario Clarín, y que fue abandonando lentamente para mudarse a la radio y la televisión.
“A través de los años me he podido reconciliar con el periodismo gráfico haciendo los libros, aunque me podría pasar toda la vida sentado frente a una computadora escribiendo. Le agradezco mucho el periodismo gráfico”, resalta.
Si bien cuando cualquiera piensa en Alejandro Fabbri lo vincula a los comentarios de partidos de fútbol o básquet (su otra gran pasión), al terminar el colegio secundario su vida apuntaba hacia otros rumbos que nada tenían que ver con las redacciones o los estadios.
“En quinto año, nos hicieron un test vocacional en la Universidad de Buenos Aires y me dio Administración, Periodismo y Publicidad. Intenté hacer un paso por Ingeniería en el ingreso, porque me gustaba la física y la química, pero cuando empezaron con la matemática, dejé. Casi no se puede contar. Es como un jugador que fue a un club y nunca firmó contrato – recuerda -. Ciencias Económicas me gustaba, especialmente la historia económica. Fui dejándola por falta de afinidad. Yo era bachiller y la parte contable no la manejaba para nada. Ahí, salió lo de periodismo”.
Sin embargo, antes intentó probar con otras de sus pasiones: la geografía y se inscribió en la carrera. El destino fue similar: terminó abandonándola. Su destino lo esperaba al final del camino.
“Geografía e historia siempre me gustaron y tuve buenas notas en ambas materias. Me atraía ver mapas, conocerla la geografía de cada lugar. Lo que pasó es que cuando estudiaba en Filosofía y Letras estaba la dictadura y eran carreras de Ciencias Sociales y no se promocionaban para nada. Tenías una materia el lunes de 8 a 10 y seguía el miércoles de 15 a 17 – resalta -. Entonces, no podías trabajar. Había muchas chicas jóvenes que tenían más tiempo libre. Yo no podía. El Círculo de la Prensa era la noche y fui allí y la pasamos muy bien con el grupo de muchachos que nos recibimos hace tanto tiempo”.
A pesar de la pasión que aún conserva por la carrera, el paso por diferentes revistas, diarios, radios y televisión lo han tornado un escéptico de los medios de comunicación, de la calidad de la programación actual y de los objetivos que tienen las corporaciones periodísticas.
“Nunca tuve una idea demasiado romántica del periodismo desde el punto de vista de las empresas, sí desde el de la profesión ya sea en la sección Deporte, Política o Economía. Uno es periodista y sin mañana desaparece el deporte, trabaja, haciendo otras cosas en otro rubro – concluye -. El desengaño que tengo con los medios se fue incubando a través del tiempo, respecto de que las empresas tienen intereses políticos, económicos y comerciales y poco les importa la verdad. Y la objetividad es una gran, no quiero decir mentira, porque no es la palabra, pero alguna vez me enseñaron que uno es lo más subjetivamente objetivo que puede, tanto en el fútbol como seguramente en la política o en otro ámbito. La objetividad es relativa. Me baso más en el criterio y en el sentido común y en tratar de no engañar a la gente. Eso me ha traído en general buenos resultados”.
Alejandro Fabbri estudió en el Colegio Marianista de Caballito y, luego, en el Círculo de Periodistas Deportivos, de donde egresó en 1978. A partir de allí, trabajó en radios como Continental, Del Plata, Mitre, AM 750, Belgrano y La Red y en medios gráficos como Goles, Clarín, La Voz, Perfil, La Nación, El Heraldo y El Gráfico.
En 1994, se incorporó a Torneos y Competencias donde condujo “Estudio Fútbol”, hasta fines de 2013, “Frases Hechas” y “Código F”, además de comentar partidos de primera división y de la selección, muchos de ellos junto a Walter Nelson.
Desde febrero de 2016, está al frente y realiza el editorial principal de “Sportia”, el noticiero deportivo del canal de cable TyC Sports. Además, participó de diversos programas en Canal 7 y 9.
A lo largo de su carrera, lleva ganados dos premios Martín Fierro, uno a la Mejor Conducción en Programa Periodístico Deportivo y otro más en 2019 con el noticiero Sportia.
Ha publicado libros como “El nacimiento de una pasión”, “Historias negras del fútbol argentino”, “Nuevas historias negras del fútbol argentino”, “Los juegos del fútbol”, “El nacimiento de una pasión continental”, “Historias secretas de los mundiales”, “Clásicos” y “Juegos de fútbol”, junto a Juan José Panno.
Para revivir la entrevista que le realizó Hernán Dobry al periodista Alejandro Fabbri en su programa “Voces y memorias”, que se emite por Eco Medios AM 1220 los martes a las 20, hacer clic en los banners.

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